miércoles, 20 de abril de 2011

Puede que sea un poco rara, un día me verás por los suelos y al día siguiente dando vueltas de alegría en lo mas alto, por las tardes puedo ser la mas odiosa que conozcas y por las mañanas, la mas encantadora. Mis sonrisas te pueden embobar, pero tengo miradas que espantan. Habrá días que estare 24 horas contigo, abrazándote, agobiándote, haciéndote reír. Otros, sin embargo, notarás que no estoy aquí, que nada me incumbe y nadie tiene que ver conmigo, esos días te aconsejo que no te esfuerces ni en tocarme. Con el tiempo verás que soy de extremos, que conmigo es blanco o negro, que el gris para mi no existe. O te quiero o te odio, o algo me gusta o no puedo ni verlo, o me da igual todo o todo me influye. También te darás cuenta de que me doy entera a todo, que las cosas, cuando decido hacerlas, las hago dando todo de mi, dejando en ellas sudor y lagrimas; que cuando lloro, lloro hasta soltar la última lagrima, que cuando río, no me sale toda la fuerza en cada carcajada, que cuando me enfado lo hago con toda mi energía, que cuando grito, me dejo la garganta, y cuando beso, lo hago como si fuera la última vez. Después de darte cuenta de todo eso, sabrás, si eres un poco inteligente, que cualquier día me puedo ir de tu vida tal y como llegué, sin esperarlo, con fuerza y de repente. Para ese día, ya habrás descubierto que es inevitable cogerme cariño, pero no te preocupes, cuando me vaya, ya me conocerás lo suficiente y sabrás que hacer para que vuelva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario